lunes, 11 de febrero de 2013

Grammys con sabor latino

LOS ANGELES.--  Juanes, Arturo Sandoval y Jennifer López dejaron la impronta hispana en una gala marcada por los premios a“Mumford & Sons”, “Gotye” y“The Black Keys”

Juanes ganó en la categoría Mejor Álbum Pop Latino
A la Academia de la Grabación no se le escapa que el universo hispano se expande. 
De ahí que su presencia fuera mucho más que testimonial en la 55 edición de entrega de los Grammys, los premios más importantes de la música.Juanes, que se llevó el gramófono dorado el mejor álbum latino por “MTV Unplugged Deluxe Edition”, fue uno de los encargados del cierre musical de la ceremonia y el cubano Arturo Sandoval dijo presente al llevarse el premio al mejor álbum de gran conjunto de jazz por “Dear Diz (Every Day I Think of You)”.
En cuanto al galardón al mejor álbum de rock latino, urbano o alternativo Quetzal se lo llevó por “Imaginaries”, mientras que el galardón al mejor álbum tropical latino se lo llevó “Retro”, de Marlow Rosado y la Riquela.
Asimismo el gramófono dorado en el campo de mejor disco de música regional mexicana fue para la poderosa voz de Lila Downs por “Pecados y milagros”.

Jennifer López
También en la alfombra roja y en las notas de color se hizo sentir el carisma hispano. Jennifer López no perdió la oportunidad de desafiar a la cadena CBS y a la Academia de la Grabación al presentarse con uno de sus particulares modelos, más rescatada de lo habitual como solicitaba el comunicado de la cadena de televisión, pero con una de sus famosas piernas al descubierto. 
“¡No dijeron nada acerca de las piernas! Yo pensaba que estaba siendo una buena chica”, comentó la boricua durante su paso por la alfombra roja.
La misma cantante puertorriqueña aprovechó que tenía que presentar un premio Grammy a la mejor actuación pop en solitario —que se acabó por llevar Adele por “Set Fire to The Rain— para recordar que había respetado las reglas de juego con cierto tono irónico. 
Por cierto que la intérprete de “Let’s Get Loud” tuvo que rivalizar en las encuestas de las más llamativas junto a la caribeña Rihanna, vestida con un diseño en rojo de Azzedine Alaia, una noche especial para la de Barbados, que volvió a aparecer del brazo de su novio Chris Brown, cuatro años después de que el cantante le propinara una paliza unas horas de la ceremonia de los Grammy de 2009. 

La foto de los dos en amor y en compañía corrió por las redes sociales como la pólvora, reconciliados y con la artista brillando en dos ocasiones sobre el escenario del Staples Center, primero junto Mikky Ekko cantando una emotiva versión de “Stay” y posteriormente con Bruno Mars, Sting y dos hijos de Bob Marley en un homenaje a la leyenda del reggae.
Todo en ello en una noche donde los pesos pesados se repartieron la fama y la gloria que conlleva un Grammy. “The Black Keys”, los dos amigos de Ohio, arrancaron la noche con fuerza haciéndose con tres premios antes de comenzar la gala propiamente dicha. 

En la previa, donde se otorgan la mayoría de los premios, se llevaron el galardón al mejor disco de rock por “El Camino”, el de mejor canción de rock por “Lonely Boy” y el de mejor productor, Dan Auerbach, guitarrista y cantante de la formación. 
Después se alzarían con el de mejor actuación de rock también por “Lonely Boy”, en una noche pletórica para la banda. Sin embargo, no pudieron completar el pleno de seis nominaciones, derrotados en las dos categorías principales. 
El máximo honor le correspondió a “Mumford & Sons”, el grupo londinense que con su “Babel” se llevó de vuelta a Inglaterra el Grammy al mejor álbum del año. “Estábamos convencidos de que no íbamos a ganar nada porque “The Black Keys” estaba arrasando”, dijo Marcus Mumford, el líder de la formación que antes se había hecho con el premio al mejor vídeo musical en versión larga por el tema “Big Easy Express”. 

También fue una gran noche para el australiano Gotye y su compañera de aventuras musicales Kimbra en “Somebody That I Used to Know”, designada como la grabación del año. Además de eso, Gotye se alzó con el gramófono dorado a mejor álbum de música alternativa con “Making Mirrors” y mejor actuación pop de un dúo o grupo.
Otro de los que se fue cargadito a casa fue Jay-Z, que gracias a su colaboración con Kanye West se llevó tres Grammy, el de mejor actuación de rap y el de mejor canción del mismo género por “Nigger in Paris”, además de la mejor colaboración rap por “No Church in the Wild” junto a Frank Ocean y The Dream. 
“Stronger”, el quinto disco de estudio de Kelly Clarkson, se alzó con el premio al mejor álbum pop vocal del año y Carrie Underwood fue ganadora de la mejor actuación country en solitario por “Blown Away”, en una noche en la que volvieron a pesar más las actuaciones, muy variadas y creativas, que los premios en sí. Así suelen ser los Grammy.

Fuente: diariolasamericas.com

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