martes, 25 de febrero de 2014

Ricky Martin doma al “Monstruo” de Viña del Mar

VIÑA DEL MAR. Con Antorchas y Gaviotas de Plata y Oro, Ricky Martin hizo delirar a la Quinta Vergara. El público se rindió a los pies del astro pop.

Consagrado como ídolo del pop latino en el mundo, el cantante puertorriqueño Ricky Martin abrió en la noche del domingo la 55 edición del Festival Internacional de Viña del Mar.

El exigente público de la Quinta Vergara lo recibió con euforia masiva, gesto que el intérprete respondió con entusiasmo y energía, a lo largo de sus más de dos horas de show.
Efectos con humo y fuego, luces y un amplio cuerpo coreográfico acompañaron la presentación con destacada espectacularidad visual.
Come with me, su más reciente single con éxito mundial, sirvió para abrir el repertorio, que no escatimó en hurgar en su extensa producción discográfica.
Desde allí, temas que encumbraron al artista al mercado anglosajón hicieron estallar al público, al ritmo de hits como Shake your bon bon, Livin’ la vida loca, She bangs y Loaded (Quiero más).
Pero, antes y después de eso, hubo lugar para el romanticismo a través de sus clásicas baladas Vuelve y Fuego de noche, nieve de día.
Un infaltable de su repertorio editado en 1995, María, volvió a poner de pie a la Quinta Vergara, antes de volver a emocionar con El amor de mi vida, Fuego contra fuego y Te extraño, te olvido, te amo.
Ese fue el momento para que los presentadores del festival Rafael Araneda y Carolina de Moras, saludaran al artista e hicieran oír la voz del agitado público para entregarle una Antorcha de Plata y, minutos después, una de Oro.
El boricua retomó el repertorio con canciones como Frío, las entusiastas Más, Lola, Lola, La bomba y Pégate, en medley con Por arriba, por abajo.
El cantante se lució como showman desafiando al público a un juego de voces, como si de un niño con su pasatiempo favorito se tratara. Fue allí cuando pidió “unidad, paz y unión de los países”. También recordó a su Puerto Rico natal, y a la sufrida Venezuela.
La euforia del público de la Quinta Vergara –conocido clásicamente como ‘Monstruo’– hizo de nuevo de las suyas para entregarle una Gaviota de Plata y, gritos mediante, una Gaviota de Oro, distinción mayor del Festival.
Visiblemente emocionado, el artista prosiguió con el repertorio a través de éxitos como La copa de la vida y Tu recuerdo, último tema con el que sorprendió en dúo con Tommy Torres, miembro del jurado internacional y autor de esa y otras canciones que escribió para Martin. “Mis mejores producciones contaron con su colaboración”, halagó a su compañero.
El público pedía “más y más”, y el artista parecía incapaz de decepcionar. Por eso halló lugar para unos minutos más. Las baladas volvieron a tomar protagonismo para cerrar el espectáculo con las recordadas A medio vivir y Tal vez.
“¡Gracias Chile, Latinoamérica e Iberoamérica!”, gritó el artista, emocionado, mientras el público lo ovacionaba de pie. El temido y furioso ‘Monstruo’, esta vez, cayó rendido al carisma del artista, quien demostró –una vez más– las virtudes que lo mantienen como el astro pop que es hoy.
Fuenste Abc.es

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