sábado, 13 de julio de 2013

La inminencia del peligro, en el arte

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUL/2013).- “Tenemos que huir de muchas formas, no sólo físicamente. Hay veces que tenemos que huir de las calles. El martes que llegué hubo un operativo en Chapultepec. No me permitieron ni caminar por la calle porque agarraron una camioneta. Tenemos que huir de las calles, de las redes sociales. Hay un fenómeno de amenaza en el que vivimos que es multidireccional”, explicó ayer Humberto Moro, curador de la exposición colectiva Sin necesidad de profesías, que abre hoy a las 20:00 horas en la galería Diéresis.





PESO ETERNO. La obra de Cynthia Gutiérrez, representa lo clásico y la civilización, la evolución del hombre y su carga histórica. Informador Redacción

En ella participan seis artistas que viven en Guadalajara: Karián Amaya, Adrián S. Bará, Javier Barrios, Cynthia Gutiérrez, Mario Navarro y Emanuel Tovar. Se trata de un trabajo de investigación en el que los creadores abordan diversos sucesos en los que el espacio pasa de ser una protección a una amenaza.

Moro dijo en conferencia de prensa que la investigación para la muestra, que comenzó en 2012, acentúa cómo esta amenaza y noción de peligro se integra a la vida cotidiana de los mexicanos. Los creadores partieron de ese punto y tomaron algunas experiencias acaecidas en Guadalajara como los narcobloqueos y las explosiones del 22 de abril de 1992, eventos con los que los artistas reflexionaron y discurrieron en su propio lenguaje y estilo.

Aunque la mayoría de las 33 piezas que conforman la exposición son obras escultóricas, también hay dibujo, fotografía y un performance que se realizará durante la inauguración.

“A mí me parece que es como muy aventurado decir que llegamos a una conclusión. Nosotros estamos abriendo preguntas de cómo integramos esta noción de alerta, terror y peligro a nuestra vida cotidiana, cómo lidiamos con ella, cómo la vemos y cómo eso se puede traducir a un lenguaje plástico”.

El también pintor resaltó que los artistas participantes manejan un lenguaje contemporáneo que no está basado en la habilidad técnica, sino en el desarrollo de las ideas a través del objeto, algo que se ha hecho desde hace mucho tiempo.

Afirmó que los núcleos no están totalmente delimitados o delineados y es partir de los planteamientos que proponen las distintas piezas de los artistas que aparece la noción de ruina. Moro enfatizó que hay varios ejercicios en donde los artistas reducen la arquitectura clásica a resquicios.

“En nuestra ciudad vivimos en un espacio en donde la ruina cambia, muta, vuelve a ser ruina, los edificios se tiran, se reconstruye toda esta parte visual de la arquitectura y del imaginario cotidiano de la gente. Hay ciertos ejercicios que van direccionados a eso y otros que están puntualizados a ciertos sucesos que revisó cada quien desde su historia personal”.

Explosiones

Adrián S. Bará optó por el tema de las explosiones del 22 de abril de 1992. Para realizar la pieza 24 de abril de 1992, hizo una investigación en la que ingresó a la hemeroteca del periódico Ocho Columnas. Luego de revisar algunos ejemplares, se topó con el impreso del 24 de abril de 1992.

Utilizando los recuadros de la portada, en la que estaban agrupadas palabras e imágenes, Bará hizo una deconstrucción de los elementos para crear otros, haciendo referencia a la memoria. Empezó a realizar una abstracción hasta que llegó a algo totalmente ajeno. Jugó con la simbología y luego la dislocó.

“Yo quise abordar el tema, porque es difícil. Más que desde un lado trágico, lo quise abordar desde un lado más personal. Cómo yo me relaciono con ese evento. Es muy nulo el recuerdo de ese evento, porque no me tocó directamente. Recuerdo ciertos elementos, pero no los siento muy apegados a mí. Muchos de los recuerdos que tenemos son cristales de una situación. Cosas que no tienen nada que ver, abstracciones de una idea”.

Tensión

Estudiante de la Licenciatura de Artes de la Secretaría de Cultura y el más joven de los artistas involucrados en la exposición -tiene 23 años-, Javier Barrios basó sus cuatro obras a partir de la observación de imágenes de tuberías de aguas negras, que utilizó desde distintas perspectivas.

Explicó que Duerma tranquilo, uno de sus cuadros, refleja las cosas que suceden antes de un hecho desastroso, de una situación crítica: “Puede haber cualquier idea en la cabeza, cualquier cosa como puede ser simplemente dormir bien y despertar bien. Nunca te imaginas lo que va a suceder, la situación de peligro constante, puntos de tensión, vibraciones. Es un poco eso, las cosas que están sucediendo a tu alrededor y que no tienes control sobre ellas y que en algún momento te pueden sorprender”.

Perfección trunca

La propuesta de Karyán Amaya tiene que ver con la tragedia, con los elementos que la generan y con las cosas que deberían ser perfectas pero no pueden alcanzar ese estado por la intervención del hombre.

Las cuatro esculturas y el dibujo que presentará en Galería Diéresis tienen relación con la permanencia de las cosas a pesar de las rupturas. “Tiene que ver casi todo con fracturas y rupturas. Por fuera es un material que parece perfecto, pero no lo es”.

Karyán comentó que en una de sus esculturas-que hasta la tarde de ayer no había sido montada-, hay un juego de perspectivas. “Si tú la ves desde alguna distancia, el material es cobre, el material habla solo. Si te acercas, no es perfecto, tiene muchos detalles.

Marcha fúnebre

Emanuel Tovar será el encargado de realizar el performance Miércoles de ceniza, que tendrá lugar en la inauguración. Se trata de una acción que desarrollarán tres músicos: un violinista, un pianista y violonchelista que tocarán Marcha fúnebre, de Chopin de una forma aletargada que la hará extenderse hasta lo doble de su duración.

Estética de la desaparición, de Mario Navarro, es una instalación inspirada en el libro homónimo del filósofo y urbanista Paul Virilio. El artista destacó que en la obra trató de llevar el contenido del texto, que es una reflexión acerca de los sucesos y momentos que el ser humano vive cotidianamente.

“En esa rutina que tienes, tú estás como perdido y de alguna manera inmerso en una serie de imágenes y reflejos de las imágenes. Al final, captas una cantidad impresionante de información y en tu mente sólo se archivan ciertos momentos y reflejos del día”.

Memoria y olvido

Tres dípticos de tablaroca, elaborados por Cynthia Gutiérrez, intentaron reflejar la problemática de la memoria y el olvido. Dotados de palabras no muy claras que conformaron fragmentos de tragedias de Sófocles, Eurípides y Esquilo, la artista abundó en las palabras que se convierten en susurros.

“Peso eterno” representa para Gutiérrez lo clásico y la civilización, la evolución del hombre y su carga histórica. “Es como esta idea de la volatilidad que tiene esta carga histórica y al mismo tiempo siempre existe y siempre vas arrastrando con ella. Generar esta tensión entre algo muy pesado y volátil y que esté ahí en tensión suspendida y que no sabes si va a ganar la cabeza o los globos, es algo que intento en esta pieza”.
FuenteInformador.com

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