- La viuda del actor que se suicidó el lunes explica que acababa de conocer el diagnóstico
A la depresión y adicciones se sumó un diagnóstico inesperado. Robin Williams, que el pasado lunes se quitó la vida en su casa de Tiburón (San Francisco) acababa de conocer que padecía párkinson. Susan Schneider, su viuda, a través de un comunicado ha explicado que el actor sabía que estaba en fase temprana y no tenía intención de hacerlo público.
"Pasó gran parte de su vida ayudando a los demás. Ya fuese entreteniéndolos en el escenario, en el cine, la televisión o con las tropas en primera línea. Si hacía falta, ayudando a olvidar el dolor a niños enfermos. Robin solo quería hacernos reír, que se perdiese el miedo", insiste.
La viuda aprovecha para aclarar algunos datos que, por respetar la privacidad, no se dieron durante la rueda de prensa del sheriff el pasado martes. Entre ellos, que cuando se quitó la vida estaba sobrio.
Schneider se ha despedido con un deseo: "Nuestra esperanza es que la trágica muerte de Robin sirva para que otros encuentren la fuerza para dar con la ayuda y el apoyo necesario para encarar las batallas que se nos presentan en la vida". Destaca su legado, tres hijos y "la alegría y felicidad con que se entregó a los demás para que afrontaran sus malos momentos".
A pesar de la oleada de cariño por parte de compañeros de profesión y artistas, las redes sociales, especialmente Twitter e Instagram, se han convertido también en caldo de cultivo para el acoso. Su hija Zelda decidió cerrar el pasado miércoles sus perfiles en ambos servicios. Eso sí, con un humor marca de la casa: "A los que están enviando negatividad, que sepan que a cambio de algunas de sus risitas, mi padre les está enviando una bandada de palomas a su casa para cagar en su coche, justo después de que lo hayan lavado. Después de todo, a él le encantaba reír también".
Frances Bean, la hija de Kurt Cobain, que también se suicidó cuando ella solo era un bebé, no dudó en ofrecerle apoyo: "Tienes un alma increíblemente bella. Te quería, ya lo sabes. Donde sea, cuándo sea, si me necesitas, ahí estaré". Del Harvey, vicepresidente de la red social del pájaro azul, ha explicado que van a estudiar el caso para que no se repita: “No vamos a tolerar abusos de este tipo en Twitter. Hemos suspendido varias cuentas por este motivo, pero es obvio que tenemos que manejar mejor situaciones trágicas como esta”.
Fuente: el país
"Pasó gran parte de su vida ayudando a los demás. Ya fuese entreteniéndolos en el escenario, en el cine, la televisión o con las tropas en primera línea. Si hacía falta, ayudando a olvidar el dolor a niños enfermos. Robin solo quería hacernos reír, que se perdiese el miedo", insiste.
La viuda aprovecha para aclarar algunos datos que, por respetar la privacidad, no se dieron durante la rueda de prensa del sheriff el pasado martes. Entre ellos, que cuando se quitó la vida estaba sobrio.
Schneider se ha despedido con un deseo: "Nuestra esperanza es que la trágica muerte de Robin sirva para que otros encuentren la fuerza para dar con la ayuda y el apoyo necesario para encarar las batallas que se nos presentan en la vida". Destaca su legado, tres hijos y "la alegría y felicidad con que se entregó a los demás para que afrontaran sus malos momentos".
A pesar de la oleada de cariño por parte de compañeros de profesión y artistas, las redes sociales, especialmente Twitter e Instagram, se han convertido también en caldo de cultivo para el acoso. Su hija Zelda decidió cerrar el pasado miércoles sus perfiles en ambos servicios. Eso sí, con un humor marca de la casa: "A los que están enviando negatividad, que sepan que a cambio de algunas de sus risitas, mi padre les está enviando una bandada de palomas a su casa para cagar en su coche, justo después de que lo hayan lavado. Después de todo, a él le encantaba reír también".
Frances Bean, la hija de Kurt Cobain, que también se suicidó cuando ella solo era un bebé, no dudó en ofrecerle apoyo: "Tienes un alma increíblemente bella. Te quería, ya lo sabes. Donde sea, cuándo sea, si me necesitas, ahí estaré". Del Harvey, vicepresidente de la red social del pájaro azul, ha explicado que van a estudiar el caso para que no se repita: “No vamos a tolerar abusos de este tipo en Twitter. Hemos suspendido varias cuentas por este motivo, pero es obvio que tenemos que manejar mejor situaciones trágicas como esta”.
Fuente: el país
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