NUEVA YORK, 4 de junio.- Jennifer Lopez, la "diva de El Bronx" volvió a casa y lo hizo en grande con un espectacular concierto en la playa donde solía divertirse, con el que no defraudó a su público que cantó, bailó y aplaudió a rabiar a su ídolo, que emocionada, no pudo evitar las lágrimas.
La playa Orchard fue el escenario elegido por la estrella para su primer concierto en su barrio, al que lleva en su corazón como demostró, con un espectáculo en el que no escatimó en videos, efectos especiales, luces, láser, y un gran cuerpo de bailarines, en su mayoría hombres, y en el que tuvo como invitados a los raperos Fat Joe, Ja Rule y French Montana.
"¿Cómo se sienten todos esta noche? Estoy feliz de estar en casa. Este es un sueño hecho realidad para mi", aseguró "la chica de El Bronx" que sonrió toda la noche -tras haber interpretado tres temas- ante un fiel público de todas las edades, que comenzó a hacer cola en el lugar desde tan temprano como las nueve de la mañana, para una espera de casi doce horas para verla.
Otros, fueron llegando poco a poco, algunos con fotos de la estrella, pancartas, o banderas de Puerto Rico, donde están las raíces de la también actriz y empresaria, pero todos compartiendo la misma admiración por la estrella latina.
"Jennifer, Jennifer" gritaban algunos a medida que se permitía el acceso al parque a las cinco de la tarde, hora local, que reunió a miles de personas, en su mayoría hispanos, algunos con sus hijos pequeños, mujeres en avanzado estado de gestación, o que se apoyaban en sus bastones o andadores, y a quienes no les importó aguardar de pie cerca de cuatro horas para el "StateFarm Neighborhood Sessions".
"Estoy aquí desde las nueve de la mañana. A mi novio le encanta JLo" dijo Erwing, de 20 años, que se tomó el día libre y viajó desde Connecticut con su pareja y que figuraban entre el reducido grupo que pagó 160 dólares por su entrada, que les dio derecho a estar más cerca del impresionante escenario mientras que para la mayoría del público fue gratis.
A Monserrate Bezares y su pareja Tony Plaza, de 73 y 78 años, tampoco les importó esperar varias horas. "La espera vale la pena. Es una buena actitud de su parte hacia el lugar donde nació", dijo Bezares.
La playa Orchard fue el escenario elegido por la estrella para su primer concierto en su barrio, al que lleva en su corazón como demostró, con un espectáculo en el que no escatimó en videos, efectos especiales, luces, láser, y un gran cuerpo de bailarines, en su mayoría hombres, y en el que tuvo como invitados a los raperos Fat Joe, Ja Rule y French Montana.
"¿Cómo se sienten todos esta noche? Estoy feliz de estar en casa. Este es un sueño hecho realidad para mi", aseguró "la chica de El Bronx" que sonrió toda la noche -tras haber interpretado tres temas- ante un fiel público de todas las edades, que comenzó a hacer cola en el lugar desde tan temprano como las nueve de la mañana, para una espera de casi doce horas para verla.
Otros, fueron llegando poco a poco, algunos con fotos de la estrella, pancartas, o banderas de Puerto Rico, donde están las raíces de la también actriz y empresaria, pero todos compartiendo la misma admiración por la estrella latina.
"Jennifer, Jennifer" gritaban algunos a medida que se permitía el acceso al parque a las cinco de la tarde, hora local, que reunió a miles de personas, en su mayoría hispanos, algunos con sus hijos pequeños, mujeres en avanzado estado de gestación, o que se apoyaban en sus bastones o andadores, y a quienes no les importó aguardar de pie cerca de cuatro horas para el "StateFarm Neighborhood Sessions".
"Estoy aquí desde las nueve de la mañana. A mi novio le encanta JLo" dijo Erwing, de 20 años, que se tomó el día libre y viajó desde Connecticut con su pareja y que figuraban entre el reducido grupo que pagó 160 dólares por su entrada, que les dio derecho a estar más cerca del impresionante escenario mientras que para la mayoría del público fue gratis.
A Monserrate Bezares y su pareja Tony Plaza, de 73 y 78 años, tampoco les importó esperar varias horas. "La espera vale la pena. Es una buena actitud de su parte hacia el lugar donde nació", dijo Bezares.
Han transcurrido quince años desde que Jennifer Lopez que tomaba el tren 6 que le llevaba desde El Bronx a Manhattan sacó al mercado su primer disco, tiempo en el que se ha convertido en una estrella, tanto en el mercado latino como anglo, pero hasta hoy no se había presentado en su barrio.Previo al inicio del espectáculo de 90 minutos, que también pudo ver el público a través de pantallas colocadas a cada lado del escenario, los fanáticos disfrutaron de la comida y bebida que se vendía en el lugar y bailaron al ritmo de una orquesta de salsa.
Algunos llevaron mantas que colocaron en el suelo para sentarse y disfrutar del hermoso día soleado en el que no faltaron los selfie para recordar el histórico momento.
A las 8:30 de la noche, como se tenía previsto, se comenzaron a escuchar los primeros acordes y el furor se apoderó de las miles de personas.
Tan pronto apareció la figura de la estrella la noche se iluminó con los móviles que captaban la imagen de la cantante, que comenzó con My First Love.
Con la misma energía con que inició la noche la terminó pese a que durante los 90 minutos, en que se cambió de ropa varias veces, recorrió el escenario de lado a lado mostrando, además de su excelente figura, sus habilidades para el baile.
El primer invitado de la noche fue Ja Rude para interpretar Love don't Cost a Thing mientras que I Luv You Papi se escuchó en el turno de French Montana en una noche en que la artista "pidió permiso" a su público, con el que se mostró muy cálida, para interpretar viejos temas.
Luego de un "medley" de temas que escuchó cuando soñaba con los escenarios, la respuesta del público con sus aplausos hicieron que se emocionada hasta las lágrimas. Por unos segundos miró absorta a sus admiradores, les lanzó un beso para luego arrodillarse en el escenario e inclinarse ante éstos.
La única canción en español fue No me queda más que interpretaba la fallecida Selena a quien dio vida en el cine, tras la cual se escuchó, también en español, "¿Qué es lo que pasa aquí?" para continuar con otros temas como Waiting For Tonight, If You Had My Love, On The Floor que en 2011 hizo con Pitbull, y cuyo vídeo fue el más visto ese año a nivel global.
Como era de esperarse, la estrella terminó su concierto con Jenny From The Block dejando al público con ganas de más.
A las 8:30 de la noche, como se tenía previsto, se comenzaron a escuchar los primeros acordes y el furor se apoderó de las miles de personas.
Tan pronto apareció la figura de la estrella la noche se iluminó con los móviles que captaban la imagen de la cantante, que comenzó con My First Love.
Con la misma energía con que inició la noche la terminó pese a que durante los 90 minutos, en que se cambió de ropa varias veces, recorrió el escenario de lado a lado mostrando, además de su excelente figura, sus habilidades para el baile.
El primer invitado de la noche fue Ja Rude para interpretar Love don't Cost a Thing mientras que I Luv You Papi se escuchó en el turno de French Montana en una noche en que la artista "pidió permiso" a su público, con el que se mostró muy cálida, para interpretar viejos temas.
Luego de un "medley" de temas que escuchó cuando soñaba con los escenarios, la respuesta del público con sus aplausos hicieron que se emocionada hasta las lágrimas. Por unos segundos miró absorta a sus admiradores, les lanzó un beso para luego arrodillarse en el escenario e inclinarse ante éstos.
La única canción en español fue No me queda más que interpretaba la fallecida Selena a quien dio vida en el cine, tras la cual se escuchó, también en español, "¿Qué es lo que pasa aquí?" para continuar con otros temas como Waiting For Tonight, If You Had My Love, On The Floor que en 2011 hizo con Pitbull, y cuyo vídeo fue el más visto ese año a nivel global.
Como era de esperarse, la estrella terminó su concierto con Jenny From The Block dejando al público con ganas de más.
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