lunes, 25 de febrero de 2013

Coleccionismo, un arte detrás del arte

Javier Lumbreras, autor de un estudio de reciente publicación, sostiene que esa actividad es una magnífica inversión comparable con la inmobiliaria.

México • El mercado del arte es superior a los 60 mil millones de dólares, donde se producen más de 42 millones de transacciones al año, se generan 2.4 millones de empleos y existen alrededor de 350 mil dealers o comerciantes de arte en el mundo, de acuerdo con un estudio realizado por Javier Lumbreras, pionero en los fondos de inversión de arte.
Realmente, ese universo que también es un mundo de negocios, “anda por los 100 mil millones de dólares, pero esa cifra no es fácil de comprobar, ya que las transacciones privadas no se reportan; las que sí, son las que proceden de ventas públicas, como las subastas”.El director de Artemundi Global Fund, un fondo de inversión en arte estratégicamente diversificada, asegura que la “potencia hegemónica del mercado del arte es Estados Unidos, le siguen Londres, en Reino Unido; París, en Francia, y China. No obstante que México es el sexto país del mundo en cuanto a oferta cultural, no tiene un lugar preponderante en el mercado, pese que su arte colonial es muy solicitado”.
El autor del libro El arte de coleccionar arte sostiene que el arte es una magnífica inversión que se puede comparar con la propiedad inmobiliaria. Pues a diferencia de un inmueble, que no puede ser cambiado de lugar, una obra de arte es portátil y se puede llevar a vender a Londres o a Nueva York.
Desde el punto de vista financiero, pinturas, esculturas, instalaciones y el arte objeto son un buen medio para reducir los riesgos de la inflación, así como para los portafolios de inversión, sostiene el hombre que ha invertido con éxito más de 300 millones de dólares en el mercado del arte en los últimos 25 años.
Cuando el arte se ve como una inversión, el coleccionista o comprador debe tener en cuenta el factor riesgo-retorno, para lo cual, es recomendable armar un portafolio de inversión que especifique artistas de distinta tipología.
Por mencionar a una celebridad de mucho riesgo, “tenemos a Damian Hirst, quien alcanzó un fama extraordinaria y colocó su obra clásica del tiburón suspendido en una pecera con formol en un precio de 50 mil libras en 1989, después de más de una década, esa pieza se vendió en 12 millones de dólares”.
Sin embargo, precisa que “después de la crisis de 2008, sus obras y su mercado se redujeron a 20 por ciento, así que quien compró obra de Damian Hirst en millones de dólares, hoy en día no la puede vender en 500 o 600 mil dólares”.

Parámetros

¿Qué es arte? ¿Tiene algún fin coleccionar arte? ¿Cuál es el verdadero significado del coleccionismo? ¿Dónde encontramos el valor emocional, estético, intelectual y financiero de la obra de arte? Todas esas interrogantes que inquietaban al escritor Javier Lumbreras, lo llevaron a buscar explicaciones y respuestas que ahora plasma en su nuevo libro El arte de coleccionar arte,editado por Fomento Cultural Banamex y distribuido por Porrúa.
El volumen que ya está a la venta, es un libro de consulta sobre el mundo del arte, sus grandes incógnitas, sus claroscuros, la manera en cómo se manejan los mercados del arte, los temas del robo de obras de arte y la falsificación.
El ejemplar también aborda aspectos interesantes que tienen que ver con la psicología del coleccionista y los motivos que lo impulsan a coleccionar arte.
El coleccionismo propiamente dicho, explica Lumbreras, empieza desde los Médicis, de Florencia, que fueron los grandes mecenas del arte del renacimiento italiano, movimiento artístico que buscaba la recuperación de los iconos perdidos de la antigua Grecia y Roma.
El investigador refiere que hacia el siglo XV, creadores como Rafael Santi, Leonardo da Vinci o el mismo Tiziano empiezan a ser reconocidos como artistas y pasan a formar parte de la intelectualidad, es el momento en que dejar de ser artesanos para ser considerados artistas.
Es cuando de forma simultánea aparecen las personas interesadas en coleccionar arte, que van desde los Médicis, pasando por el papa Pío XI y Thomas Haward, el conde de Arundel, quien fue el primer marchante; llegando hasta el siglo XX con dealers y coleccionistas, entre los que destaca Nelson Rockefeller.
Este trabajo, reconoce el experto, es un tributo al coleccionismo internacional, aunque también se detiene e en el coleccionismo mexicano, particularmente destaca la labor de Eugenio López, de la Fundación Jumex.
Asimismo, habla de la pintura mexicana, fundamentalmente de los protagonistas del modernismo como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Frida Kahlo, Rufino Tamayo, Leonora Carrington y Remedios Varo.

Claves

El coleccionista

- Las razones que tienen los coleccionistas para comprar arte son de índole emocional.

- Para algunos, conseguir una obra de arte es como cazar, es estar al acecho de la obra

- Si responde al contexto de la colección que se tiene, la obra se compra.

- Al adquirirla se suplanta una carencia emocional.

- La cuestión más glamorosa de coleccionar arte es la parte intelectual y estética que se relaciona con el conocimiento.

Fuente: milenio.com

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