La fama cuesta y Thalía lo sabe después de una trayectoria artística de más de tres décadas, que arrancó cuando solo era una niña. Por eso, ahora que ella es madre, se cuida mucho de desear un futuro igual para sus dos hijos, fruto de su matrimonio con el magnate de la música Tommy Mottola.
"Ojalá fuesen biólogos, psicólogos o astronautas...", suspiró al expresar en alto ese deseo durante una entrevista en Madrid, en la que controló con sumo cuidado cada detalle, desde las luces hasta el más mínimo complemento de su atuendo, sin perder en ningún momento una sonrisa profesionalizada a prueba de preguntas indiscretas.
En su última producción, "Habítame siempre" confluyen los sentimientos por la pérdida de su madre en 2011 y el nacimiento de sus hijos Sabrina Sakaë y Matthew Alejandro. "Cuando fui madre, todo cambió", aseguró la artista mexicana.
Thalía sostuvo que si sus hijos decidiesen seguir sus pasos a una edad tan temprana como ella, los apoyaría, pero aseguró que preferiría preservar su infancia.
"No porque yo haya perdido mucho de la mía porque para mí era un juego, estaba pegada a mi madre todo el tiempo, sino porque sé lo que conlleva esta carrera, que no es fácil", comentó.
El precio a pagar, continúa, "son desveladas, no comer, no ver a tu familia... Igual viajas mucho y conoces a mucha gente, pero cuando te encierras en el hotel, ya no hay nadie, ni aplausos, ni gente ni 'te amos' ni nada", concluye.
Fuente: EFE
"Ojalá fuesen biólogos, psicólogos o astronautas...", suspiró al expresar en alto ese deseo durante una entrevista en Madrid, en la que controló con sumo cuidado cada detalle, desde las luces hasta el más mínimo complemento de su atuendo, sin perder en ningún momento una sonrisa profesionalizada a prueba de preguntas indiscretas.
En su última producción, "Habítame siempre" confluyen los sentimientos por la pérdida de su madre en 2011 y el nacimiento de sus hijos Sabrina Sakaë y Matthew Alejandro. "Cuando fui madre, todo cambió", aseguró la artista mexicana.
Thalía sostuvo que si sus hijos decidiesen seguir sus pasos a una edad tan temprana como ella, los apoyaría, pero aseguró que preferiría preservar su infancia.
"No porque yo haya perdido mucho de la mía porque para mí era un juego, estaba pegada a mi madre todo el tiempo, sino porque sé lo que conlleva esta carrera, que no es fácil", comentó.
El precio a pagar, continúa, "son desveladas, no comer, no ver a tu familia... Igual viajas mucho y conoces a mucha gente, pero cuando te encierras en el hotel, ya no hay nadie, ni aplausos, ni gente ni 'te amos' ni nada", concluye.
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