Personalidades del mundo del espectáculo expresaron ayer sus condolencias y recordaron la figura del cómico Juan Carlos Calabró, fallecido ayer por la mañana a los 79 años.Héctor Larrea abrió su programa radial Una Vuelta Nacional recordando su labor y la amistad que los unió en la juventud. "El es una figura popular extraordinaria, un actor talentoso, muy creativo. El Contra es francamente un personaje para la historia del humor", señaló Larrea al aire.
"Recuerdo el primer día que ingresamos como alumnos del ISER en 1960, al poco tiempo todos fuimos a verlo a un programa que hacía en Radio Belgrano, era su debut, Farandulandia, de Camarotta, un desprendimiento de La Revista Dislocada, después hizo Telecómicos y ya nada lo paró", recordó Larrea.
Por su parte, a las puertas del velatorio del barrio de Palermo donde distintos allegados se acercaron para un último adiós, el productor teatral Carlos Rottemberg, amigo incondicional de la familia, señaló que "el mundo del espectáculo siempre va a recordar a sus multifacéticos personajes de una época que ahora puede parecer pasada de moda pero que trabajó un humor apto para todo público, familiar y entrañable".
Puesto a elegir entre todos los Calabró posibles, Rottemberg dijo: "Yo me quedo con el tipo que supo dividir el hilo delgado que hay entre lo público y lo privado, que nunca se creyó la profesión y que siempre defendió a su familia".
Rottemberg es uno de los incondicionales amigos de la familia Calabró. De hecho cuando se enteró de la ultima internación de Calabró, Rottemberg se tomó un avión de Nueva York y desembarcó directamente en el Hospital Británico, donde estaba internado su amigo. "Fue un amigo durante 40 años, una de las pocas personas que, cuando yo quería ingresar en el mundo del espectáculo, me dio bolilla siendo yo un adolescente y él una figura".
La parte más emocionante de su relato es cuando Rottemberg cuenta uno de los regalos de Calabró: "Tengo en mi oficina un Martín Fierro ganado por él (en el rubro Humorista) que no sólo me lo regaló, sino que en la chapita le puso 'Al amigo'. Eso resume lo que siento hoy".
Por su parte, el actor Miguel Angel Rodríguez lo recordó como "muy obsesivo, muy remador" y señaló que el creador de Johny Tolengo y El Contra, entre decenas de caracterizaciones, "logró lo que quería, que era entretener a la gente con sus personajes populares".
A su turno, Linda Peretz (ex mujer de Rottemberg) que trabajó con él en Calabromas dijo que "era un hombre muy disciplinado. Era un hombre muy estudioso, era la cabeza del programa y el primero que se sabía la letra".
"Como amigo -agregó Peretz- era intachable, un colaborador muy presente con todas las cosas que nos pasaban a la familia. Lo que me queda es el recuerdo con mucho amor. Lo vi bastante mal el sábado pasado".
A su turno, Virginia Lago contó que cuando se enteró del fallecimiento "me puse a llorar como si se tratara de algún familiar, creo que nos pasa a casi todos porque Calabró nos dio muchas cosas".
"Su muerte me sacudió mucho. Tenemos tanto para agradecerle, tanta vida regalada a través de sus bromas, el humor sano e ingenioso que nos dio. Si bien nunca compartimos trabajo, nos profesábamos un gran afecto y respeto mutuo".
"La última vez que lo vi -recordó Lago- fue durante la entrega de los Martín Fierro en el Teatro Colón. Recuerdo aquella noche, cuando todos sus compañeros estuvieron aplaudiéndolo parados, gritándole bravo durante varios minutos y él estaba tan contento. Un muy bello recuerdo para un capocómico que nos brindó tanto".
El actor Juan Cuchuflito Díaz, recordado por su personaje Juanchi, el coequiper de Aníbal, con mucha congoja señaló que "hoy a la mañana me dieron la noticia. Estoy muy golpeado. Me afectó también muchísimo cuando fue la muerte de Juan Carlos Altavista, lo de Javier Portales y Jorge Porcel. Son las personas con las que más trabajé. Se están yendo todos los grandes del humor de la televisión argentina".
Díaz agregó que "con Calabró hicimos 15 años de Calabromas, uno de los programas populares en los cuales hicimos seis años el sketch de Aníbal, que reflejaba al tipo de barrio, tonto, soberbio, pretencioso, que se hacía el ganador y era un gran perdedor".
Emilio Disi, al igual que su par, sostuvo que "Calabró fue uno de los grandes capocómicos que tuvo la Argentina. Escribió sus propios libretos, fue un tipo que se hizo en la calle, tenía un gran talento y condiciones para escribir y actuar".
Fuente: diariopopular.com.ar
"Recuerdo el primer día que ingresamos como alumnos del ISER en 1960, al poco tiempo todos fuimos a verlo a un programa que hacía en Radio Belgrano, era su debut, Farandulandia, de Camarotta, un desprendimiento de La Revista Dislocada, después hizo Telecómicos y ya nada lo paró", recordó Larrea.
Por su parte, a las puertas del velatorio del barrio de Palermo donde distintos allegados se acercaron para un último adiós, el productor teatral Carlos Rottemberg, amigo incondicional de la familia, señaló que "el mundo del espectáculo siempre va a recordar a sus multifacéticos personajes de una época que ahora puede parecer pasada de moda pero que trabajó un humor apto para todo público, familiar y entrañable".
Puesto a elegir entre todos los Calabró posibles, Rottemberg dijo: "Yo me quedo con el tipo que supo dividir el hilo delgado que hay entre lo público y lo privado, que nunca se creyó la profesión y que siempre defendió a su familia".
Rottemberg es uno de los incondicionales amigos de la familia Calabró. De hecho cuando se enteró de la ultima internación de Calabró, Rottemberg se tomó un avión de Nueva York y desembarcó directamente en el Hospital Británico, donde estaba internado su amigo. "Fue un amigo durante 40 años, una de las pocas personas que, cuando yo quería ingresar en el mundo del espectáculo, me dio bolilla siendo yo un adolescente y él una figura".
La parte más emocionante de su relato es cuando Rottemberg cuenta uno de los regalos de Calabró: "Tengo en mi oficina un Martín Fierro ganado por él (en el rubro Humorista) que no sólo me lo regaló, sino que en la chapita le puso 'Al amigo'. Eso resume lo que siento hoy".
Por su parte, el actor Miguel Angel Rodríguez lo recordó como "muy obsesivo, muy remador" y señaló que el creador de Johny Tolengo y El Contra, entre decenas de caracterizaciones, "logró lo que quería, que era entretener a la gente con sus personajes populares".
A su turno, Linda Peretz (ex mujer de Rottemberg) que trabajó con él en Calabromas dijo que "era un hombre muy disciplinado. Era un hombre muy estudioso, era la cabeza del programa y el primero que se sabía la letra".
"Como amigo -agregó Peretz- era intachable, un colaborador muy presente con todas las cosas que nos pasaban a la familia. Lo que me queda es el recuerdo con mucho amor. Lo vi bastante mal el sábado pasado".
A su turno, Virginia Lago contó que cuando se enteró del fallecimiento "me puse a llorar como si se tratara de algún familiar, creo que nos pasa a casi todos porque Calabró nos dio muchas cosas".
"Su muerte me sacudió mucho. Tenemos tanto para agradecerle, tanta vida regalada a través de sus bromas, el humor sano e ingenioso que nos dio. Si bien nunca compartimos trabajo, nos profesábamos un gran afecto y respeto mutuo".
"La última vez que lo vi -recordó Lago- fue durante la entrega de los Martín Fierro en el Teatro Colón. Recuerdo aquella noche, cuando todos sus compañeros estuvieron aplaudiéndolo parados, gritándole bravo durante varios minutos y él estaba tan contento. Un muy bello recuerdo para un capocómico que nos brindó tanto".
El actor Juan Cuchuflito Díaz, recordado por su personaje Juanchi, el coequiper de Aníbal, con mucha congoja señaló que "hoy a la mañana me dieron la noticia. Estoy muy golpeado. Me afectó también muchísimo cuando fue la muerte de Juan Carlos Altavista, lo de Javier Portales y Jorge Porcel. Son las personas con las que más trabajé. Se están yendo todos los grandes del humor de la televisión argentina".
Díaz agregó que "con Calabró hicimos 15 años de Calabromas, uno de los programas populares en los cuales hicimos seis años el sketch de Aníbal, que reflejaba al tipo de barrio, tonto, soberbio, pretencioso, que se hacía el ganador y era un gran perdedor".
Emilio Disi, al igual que su par, sostuvo que "Calabró fue uno de los grandes capocómicos que tuvo la Argentina. Escribió sus propios libretos, fue un tipo que se hizo en la calle, tenía un gran talento y condiciones para escribir y actuar".
Fuente: diariopopular.com.ar
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