Justin Bieber continúa dando que hablar. Aunque, una vez más, el motivo no es su música. En medio de los rumores de una nueva reconciliación con Selena Gomez, el cantante ha sido protagonista de un nuevo incidente con los paparazzi.
Bieber, que ha alquilado una mansión solo para celebrar fiests en Los Ángeles, conducía este martes su Ferrari, valorado en 175.000 euros. Según explican algunos medios estadounidenses, cuando el joven se percató de que varios vehículos conducidos por paparazzi intentaban seguir sus pasos, el ídolo de adolescentes dio un fuerte frenazo.
Como consecuencia de esta maniobra, el fotógrafo que iba inmediatamente detrás chocó con su deportivo de alta gama. Debido a la colisión no hubo ningún herido sin embargo, el cantante echa la culpa del incidente a los reporteros, a los que no ha dudado en acusar en Twitter de actuar imprudentemente.
En la red social del pajarito, el autor de canciones como‘Baby’, pide a las autoridades que se elaboren “leyes contra lo que acabo de sufrir. Deberíamos haber aprendido de la muerte de la princesa Diana”. Da la casualidad de que este próximo 31 de agosto se cumplen 17 años de su muerte.
En otro tuit, el músico de ‘Boyfriend’, asegura que él no tenía “ningún problema” con los paparazzi, “pero cuando actúan imprudentemente nos ponen a todos en peligro”, añadía.
Como consecuencia del impacto, el millonario coche en el que Bieber viajaba junto al músico Sean Kingston, sufrió un pequeño rasguño. Tras dejar aparcado su coche próximo al lugar del incidente, la estrella se subió a una furgoneta con cristales tintados donde viajaban varios de sus guardaespaldas.
Este no ha sido el único incidente de Bieber en las últimas horas. La noche anterior al accidente, el músico y su equipo llamaron a la policía cuando éste se encontraba junto a Selena Gomez en el restaurante ‘Dave and Buster’.
terra
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