Y es que ni la botella ni ninguno de los otros productos que ofrece la tienda son de verdad: todos están hechos de fieltro.
"The Cornershop" es en realidad una instalación de la artista Lucy Sparrow que, junto con su asistente, demoró siete meses en crear los 4.000 objetos en exhibición.
BBC Mundo lo invita a dar un paseo por este almacén, donde nada es lo que parece.
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