El astro de la música regional mexicana charló con medios de comunicación en la arena VFG a las afueras de Guadalajara. “Aclaré que me iba a retirar de los escenarios, pero que seguiría grabando porque es mi vida. Yo aquí me meto a mi estudio y grabo diez o doce en un día, y además posiblemente quiera que haya canciones hasta para regalar”, dijo Fernández.
En abril, el astro convocó a unas 80,000 personas para su concierto de despedida en el Estadio Azteca. El mexicano interpretó cerca de 60 canciones, de las cuales una selección quedó plasmada en el CD y DVD Un azteca en el Azteca.
“Era mi sueño retirarme así, entero, aunque parece que me afectó la despedida porque llevo tres años que me enfermo y me vuelvo a aliviar. El caso es que mientras camine, estoy vivo”, dijo Fernández, quien ha vendido más de 90,000 unidades del álbum editado por Sony Music.
“Quería que nunca fueran a decir ‘ya Chente no puede ni subir al escenario’, pero yo quise despedirme y que mi público, todos ustedes, los medios, me vieran cantar como al principio de mi carrera. Esa es mi mayor satisfacción”, agregó.
En 2014, Fernández padeció cáncer de hígado y en la conferencia el también llamado Charro de Huentitán dijo que recientemente estuvo mal de una rodilla y sufrió dolores en la espalda baja, que le hacían caminar encorvado. Ahora dice estar casi recuperado.
Dice que no cantaría en el Bellas Artes, que disfruta de su rancho…
Pese a todos estos problemas de salud, Vicente Fernández, de 76 años, respondió a varias preguntas sobre su perspectiva ante la muerte, sus deseos para una despedida, su herencia y hasta la posibilidad de un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, como lo recibieron Chavela Vargas y Juan Gabriel, otros grandes de la canción popular mexicana.
Al respecto, dijo que alguna vez le propusieron cantar en Bellas Artes, pero años antes lo habían rechazado por ser cantante de ranchera. “Para mí Bellas Artes y cualquier escenario es igual. Lo que importa es el cariño y la presencia del público”, dijo antes de agregar que “solo amarrado” cantaría en el palacio.
“A mí no me interesa cantarle a la gente que va a fuerza, por invitación y aplauden así. Es muy diferente como fue en el estadio Azteca, donde se oía cada canción como si fuera un coro de 80 y tantas mil gentes”. De lo que sí tiene ganas es de hacer duetos con la gente que admira. “Me gustaría grabar con Plácido (Domingo) y me hubiera gustado muchísimo con José José antes de que se enfermara de la voz”.
Vicente Fernández contó que alguna vez Juan Gabriel le envió una canción que comenzaba así: “Probablemente ya de mí te has olvidado…”, pero que los productores no le dejaron grabarla. El éxito, Se me olvidó otra vez, terminó siendo de Yolanda del Río. “Ahora hago lo que quiero en mi compañía, pero en ese tiempo no pude y ese fue su sentimiento y su dolor, y tenía razón”, dijo sobre la desavenencia que esto le provocó con Juan Gabriel.
Ahora Fernández dijo que disfruta de la vida en su rancho, dedicado a sus animales. “Mi gusto es levantarme temprano, ver qué yegua parió, ver qué vaca parió. A mí que no me saquen de mi rancho”.
Directo como siempre, recordó a los periodistas que solo estudió hasta el 5 año de primaria. “Cuando leo me trabo mucho, yo no sé leer en voz alta”, y afirmó que su mayor aspiración es dejar huella con el público.
No quiere homenaje tras su muerte
El cantante mexicano Vicente Fernández dijo además que le gustaría un funeral lo más “normal” posible, pues no le interesa que lo despidan con grandes homenajes ni que se haga una serie de televisión sobre su vida. “Nomás que no me trajeran como vendiendo charamuscas (dulces) por todo el país. Eso no me gustaría”, dijo en tono de broma.
Fernández reveló que le han ofrecido contar su historia en una teleserie, pero aseguró que su vida “no es pregonable” y la conoce todo su público. “Quiero que me recuerden como un ser humano que el único éxito que tuvo fue que ustedes y que el público lo quisieran tanto”, dijo el intérprete de Mujeres divinas.
Aseguró que decidió heredar a sus hijos en vida, salvo algunas propiedades que decidió conservar hasta que muera, “para no dejar desamparada” a su esposa María del Refugio Abarca, conocida como Cuquita. Por ahora, dijo estar recuperado “al 99 por ciento” de las diversas cirugías y enfermedades que lo mantuvieron delicado de salud en los últimos tres años y para demostrarlo se puso a zapatear antes los periodistas.
El llamado Charro de Huentitán aseguró que no se arrepiente de haber dejado la vorágine de los escenarios el pasado mes de abril y que lleva una vida “muy feliz”, dedicada por completo al campo, a sus caballos y a sus nietos que lo visitan cada semana. “Volver a los escenarios sería faltar a mi palabra y ustedes me conocen que cuando yo digo es verde, es porque es verde”, señaló el intérprete.
Consideró “una responsabilidad muy grande” convertirse en la única leyenda viva de la canción ranchera mexicana tras la muerte de Juan Gabriel y Joan Sebastian.
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