- BUENOS AIRES .- Mafalda, la niña irreverente de pelo negro y lengua afilada cumple el lunes 50 años y pese al tiempo transcurrido sus denuncias sobre la realidad de Argentina y el resto del mundo siguen tan vigentes como cuando fue alumbrada por el dibujante argentino Salvador "Quino" Lavado.
"No hay mal que dure cien años...Cien años no sé, pero hay males que hace rato peinan canas", reflexiona Mafalda mientras lee en voz alta ese conocido proverbio en una publicación.
Y cuánta verdad parecen encerrar esas palabras, según apuntó Quino días atrás cuando inauguró una de las exposiciones que homenajean a esta pequeña cuyas reflexiones sobre los avatares de la década de 1960 nos recuerdan los problemas del mundo actual. "La humanidad sigue cometiendo los mismos errores, no aprende de su pasado", afirmó el humorista, de 82 años.
Quino celebró el cumpleaños de su criatura en un acto realizado en la esquina de las calles Defensa y Chile, donde la niña preguntona es recordada con una estatua que la muestra sonriente y sentada en un banco. El humorista se sentó junto a ella y sopló una vela representativa de los 50 años, mientras era aplaudido por curiosos y funcionarios del gobierno de la capital.
Sendas esculturas de Susanita y Manolito, dos de los amigos de Mafalda, fueron instaladas a ambos lados del banco.
"Estoy muy contento porque es muy lindo estar donde uno vivió siete años y creó al personaje, y verlo tan engalanado y con tanto cariño que le siguen teniendo", dijo Quino, ganador este año del Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Varias muestras recuerdan a esta niña contestataria de seis años en Buenos Aires, la ciudad donde reside con su hermanito Guille en el seno de una típica familia de clase media y se relaciona con sus amigos más cercanos: Manolito, Susanita, Felipe, Miguelito y Libertad.
Las redes sociales también se sumaron a la celebración y la etiqueta #mafaldacumple50 es reproducida en decenas de tuits de admiradores que se inspiran en la pequeña que vio la luz por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana, de Buenos Aires.
Desde hace ya un tiempo, seguidores en twitter de esta defensora de las causas perdidas se dedican a recordar de forma separada a cada personaje de la tira que causó furor en el mundo hispanohablante y en países como Italia, Portugal o Francia.
La muestra "Mafalda en su sopa" exhibe bocetos de la niña del lacito realizados por Quino, imágenes de grafitis pintados en las calles y también fotografías y objetos que dan cuenta de cómo el público se apropió del personaje para bautizar negocios con su nombre o tatuárselo en la piel.
En tanto, la exposición "El Mundo según Mafalda" homenajea las grandes pasiones de esta chica: la primavera, la paz, los Beatles y el Pájaro Loco. También se detiene en cada uno de los personajes con los que interactúa, recordándonos a todos con ternura y humor que somos humanos y, por tanto, falibles.
Pero, sobre todo, los homenajes a la perspicaz niña nos recuerdan que hay situaciones planteadas por ella en los años 60 y 70 que siguen esperando solución.
Así, los problemas económicos de la Argentina actual también eran un dolor de cabeza en la Argentina de Mafalda, como la inflación y el intento del gobierno por frenarla con la fijación de precios a los artículos de primera necesidad en los supermercados.
En ese marco de incertidumbre, algunos dueños de comercios se aprovechan, tal como hace el materialista Manolito cuando remarca los precios de los productos en el negocio de su padre. Al sentirse observado por su amiga le dice: "sí, ya sé, que querés, tanta inestabilidad, tanta inestabilidad....al final uno le toma cariño".
El peso de los organismos financieros internacionales a la hora de enderezar a los países que no hacen los deberes también sigue vigente 50 años después del nacimiento de la pequeña que critica a sus padres por conformarse con las cosas tal como están.
Cuando la mamá de Mafalda le pide que levante una prenda que ha dejado tirada en el suelo, la niña responde: "No tengo por qué obedecer a nadie, yo soy un presidente". Pero al instante, tiene que obedecer ante la inapelable contestación de la autoridad mayor: "Y yo soy el Banco Mundial, el Club de París y el Fondo Monetario Internacional".
Los pedidos no escuchados de los pontífices porque cese la violencia son otra constante en la historia reciente de la humanidad, tal como refleja una de las viñetas más conocidas de esta niña, que tras escuchar a un locutor en la radio relatar que el Papa "hizo un nuevo llamado a la paz", le increpa: "Y le dio ocupado como siempre, ¿no?".
Los amigos de Mafalda representan a su vez las distintas facetas del ser humano. Quino reflexionó con ácido humor sobre mundo de los adultos y describió como ninguno la condición humana con el materialista Manolito, la prejuiciosa Susanita, el apocado Felipe y la rebelde Libertad.
Y aunque Susanita Clotilde Chirusi es el reflejo más claro de la mezquindad y el egoísmo cuando le presta a su amiga unas lindas revistas para a continuación decirle: "¡Pst! ¿No te amarga un poquito saber que no son tuyas?", sacaba la sonrisa de los lectores con sus fantasías sobre el momento en el que sería una feliz mujer casada.
Mafalda nació por casualidad, cuando en 1963 Quino recibió el encargo de hacer una tira para anunciar en un diario los electrodomésticos Mansfield de la firma Siam di Tella. La condición era que algunos de los nombres de los personajes comenzaran con M de Mansfield. Se dice que para la niña, el dibujante eligió el nombre de Mafalda, de uno de los personajes de la novela "Dar la cara", del escritor argentino David Viñas.
La campaña no llegó a realizarse pero Quino se quedó con algunas tiras que le sirvieron en 1964 cuando le pidieron publicar la tira en Primera Plana. Un año después Mafalda salió en el diario El Mundo, tras lo cual el personaje cruzó las fronteras argentinas para conquistar América Latina y Europa.
Quino dejó de dibujar la tira de su personaje más conocido en 1973 porque se le agotaron las ideas, según confesó. En dibujante recordó en alguna ocasión con una sonrisa que hay gente que le sigue reprochando "por qué mató a Mafalda".
Mafalda es recordada por sus continuas reediciones y además está presente en el mundo digital. Tiene página oficial de Facebook, con millones de seguidores, y cuenta en Twitter e Instagram. Incluso se han publicado en formato de e-libro sus viejas ediciones.
Fuente: elnuevoherald.com/