En su concierto del sábado en GEBA, no se había animado: “Preparé una canción especial para ustedes, la quiero cantar en español. Pero como no quiero arruinarla, la voy a grabar y se las muestro en mi sitio”, dijo, ya listo con su guitarra acústica y su armónica. Así que Bruce Springsteen tocó esa noche los acordes de la conocida “This hard land”. Pero ayer, a través de su sitio, El Jefe cumplió la promesa y mostró su versión de “Sólo le pido a Dios”, la canción que eligió como regalo “para nuestros amigos y fans de la Argentina”. León Gieco se enteró del regalo una vez publicado: “Estoy anonadado. Ya mismo voy a mandarle un mail agradeciéndole al chabón”, se embala en diálogo con Página/12 el autor de la canción, en pleno viaje rumbo a Uruguay, adonde lo espera una gira junto a la murga Agarrate Catalina (un espectáculo que el 16 de noviembre traerán al Luna Park). “Hizo una versión increíble, pero lo que más me emociona es que él no hace referencia a mí: la canta como un tributo a la Argentina. El dice que estuvo acá en el ’88 con Amnesty, y que entonces el país estaba pasando un momento económico malo, que ahora ve un país diferente. Y dice que va a saludar a la Argentina con esta canción. Ese fue el honor más grande”.
–Ya había tenido ese honor con U2 en La Plata...
–Sí, pero lo de U2 fue diferente. Bono me dijo “Cantemos algo juntos”, y pelamos ésa, yo le recordé que habíamos estado con las Madres de Plaza de Mayo en Amnesty. Lo de Springsteen fue como decir: OK, estoy en la Argentina, me encanta y quiero saludar a los argentinos cantando esta canción.
–En Chile él había hecho lo mismo con “Manifiesto”, de Víctor Jara. Hay una elección ideológica también.
–Claro, de última la ideología nos une. A mí me emocionó mucho cuando Springsteen hizo The Seeger sessions en la última etapa de Bush. Era un momento tan asqueroso que él prefirió no componer canciones y cantar canciones de Pete Seeger, que es un tipo inclaudicable, un gran crítico de la agresión de Estados Unidos contra Latinoamérica. Cuando Springsteen prefirió reivindicar a Seeger me pareció muy valiente de su parte. Bueno, llegó el momento de contarle que en el ’88 yo grabé dos discos con Pete Seeger.
–¿Qué más le va a decir en el mail?
–Le quiero recordar que estuve de la mano con él en el escenario de River, con Amnesty, en un momento, cuando estaba cantando “Sólo le pido a Dios” di vuelta la cabeza y vi que él estaba sacando fotos. Me tiraba buena onda, me levantaba el pulgar, todo lo contrario de lo que hizo con Charly, ¡con él estaba todo mal! Porque Charly le había dicho “Here in Argentina, I am The Boss”. Charly estaba hecho un arengador suburbano y Bruce le tiraba mala onda, Sting lo protegía y Peter Gabriel estaba como un gurú zen. Más o menos así era la mano. Así que quiero recordarle aquello y agradecerle esa versión increíble de mi canción. Yo cuando se la escuché, en castellano y con la armónica, me largué a llorar. Es demasiado lo que pasó con esa canción...
–¿Qué otras cosas, por ejemplo?
–Acabo de recibir una versión muy emotiva del hijo de Marshall Meyer, Gabriel. El padre era un rabino estadounidense que vivió en la Argentina, un gran defensor de los derechos humanos. La grabó en todos los idiomas del Oriente, donde está la guerra: en paquistaní, iraní, persa, árabe, hebreo, inglés, también en castellano. Y ahora está siendo declarada “canción por la paz”. Es un honor parecido al del segundo milenio, cuando Juan Pablo II la eligió, junto con “Gracias a la vida”, como una de las cinco canciones que se cantaron por la paz.
–Springsteen contó en Twitter que la conoció por Mercedes Sosa.
–Lo mismo me dijo Bono. Yo ya no sé cuánto agradecerle a Mercedes lo que hizo cantando esa canción. Siempre proyecto sus fotos en los shows, para que me venga a bendecir el escenario. Ya hay dos cosas más que tengo que agradecerle: que Bono me haya invitado a cantar y ahora lo de Bruce Springsteen.
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